Hay veces que por mucha pereza que tenga, mis piernas me llevan a la cocina. Me pongo música y me lío. Me lío porque me relaja y porque tengo una gran recompensa cuando les doy a probar a mis «expertos jueces». No sé si cuente mucho su opinión, a ellos les gusta todo. Pero en ese ratito de experimento, siento que salgo más feliz. Se me va el tiempo tan a gusto…