Es curioso que cada época del año está marcada gastronómicamente por una serie de elaboraciones. Nuestra mente las asocia automáticamente y es más, añora que llegue la fecha para prepararse. Si hablamos de buñuelos de bacalao, potaje de vigilia, hornazo, torrijas, pestiños, rosquillas fritas… todas se asocian a la cuaresma y a los días santos. Santas recetas que nos reconcilian con la vida degustándolas.
Los buñuelos de bacalao son una preparación muy sencilla y una forma estupenda de camuflar el pescado para los niños. Da igual la experiencia que tengas en la cocina, porque sus formas son irregulares y hasta por esta razón, son bonitos. ¿Te atreves a sorprender con este entrante?