La receta de hoy no es fácil, es facilísima, de esas «resultonas» podría llamarse, de las que puedes preparar con anterioridad y guardar hasta el momento de servir y de las que si sobra, pues ya tienes la comida del día siguiente. Son pechugas de pollo en salsa de zanahorias.
Hoy no me he tenido que ir a ningún libro ni a ningún blog de referencia, hoy la receta es de casa, de las de mamá, de las que han estado siempre ahí y que siguen siendo de las preferidas. Hoy puedes lucirte con un plato sencillo y muy sabroso, te guste o no la zanahoria, porque cualquiera diría que la lleva.
Ingredientes
- 4 pechugas de pollo grandes (también puedes usar cerdo, si lo prefieres, solomillos largos que puedas atar)
- 3 cebollas grandes
- 3-4 zanahorias en rodajas
- 1 vaso de aceite de oliva
- 1/2 vaso de vinagre
- Hoja de laurel
- 3-4 ajos
- Sal
- Pimienta negra
Ata las pechugas o los solomillos de cerdo con una cuerda especial para cocina.
Fríe la cebolla a fuego muy lento con un poquito de aceite. Cuando esté pochada, añade la carne salpimentada y márcala un poco. Añade el vaso de aceite, el medio de vinagre, las zanahorias en rodajas, el laurel y los ajos.
Déjala a fuego lento durante media hora o más, depende de la cantidad de carne que estés haciendo hasta que la zanahoria se ablande. Saca las pechugas, espera a que se enfríen para quitarles la cuerda. Corta en rodajas.
Tritura la verdura hasta hacer una salsa espesa. Puedes servir la carne y la salsa por separado o calentar todo en la misma olla a la hora de comer…
Para acompañarlas, puedes preparar unasas patatas al horno con un poquito de aceite, sal gorda y romero.
Espero que te haya gustado y la disfrutes.
Un abrazo y hasta la próxima.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y haberte quedado a consultar ésta o cualquier otra receta. Te animo a que me ayudes compartiendo en redes sociales para que otros puedan conocer la página. Un abrazo y hasta el próximo viernes.