En los últimos tiempos, nos invaden numerosísimas versiones de risottos, ese arroz caldosito italiano, entre cuyos ingredientes no debe faltar el queso parmesano y un buen vasito de vino blanco. Es uno de los pilares de la gastronomía de la zona norteña de Italia, pero que estas alturas, cualquier variante, a la española, nos hace la boca agua.