La cajeta es uno de esos sabores que te traes de México grabado para siempre. Puedes encontrar sustitutos, no dudo que igual de sabrosos, pero la peculiaridad de que este dulce esté hecho con leche de cabra lo hace extraordinariamente delicioso, de una textura y un sabor inigualables. Si vives en España, Argentina o Estados Unidos, te será más fácil encontrar Dulce de leche, hecho con leche de vaca. Esa es la principal diferencia entre ambas cremas.
Originaria de la ciudad de Celaya (Guanajuato), dicen que la cajeta debe su nombre a las cajas de madera donde se empezó conservando originalmente este dulce. En México la puedes encontrar envinada, avainillada y tradicional. y en diferentes formas: empanadas, obleas rellenas y hasta piruletas para niños (paletas, en México) sabor cajeta.
Si está en tu mano, prueba a hacerlas con cajeta de verdad, si no, gracias a la interculturalidad de nuestro país, ya tenemos en todos los supermercados españoles el dulce de leche, con un sabor similar muy atractivo al paladar.
Si a estos sabores, le pones una masa quebrada hecha con queso filadelfia obtendrás unas deliciosas empanditas de cajeta ¿a que estas esperando para hacer esta receta? ¡Manos a la obraaaaaaaaaaaaa!
Ingredientes para la masa
- 125 grms de mantequilla, temp. ambiente
- 1 taza de harina
- 2/3 de la tarrina de queso filadelfia
Para el relleno
- Cajeta o dulce de leche
- 2 cucharas de maicena
- 1 cucharita de agua
- 1 cuchara sopera de azúcar
- Azúcar glass para el acabado final
Si tienes una amasadora eléctrica o thermomix, basta con poner los tres ingredientes un par de minutos en velocidad espiga o amasado. Si no, dispones de una máquina que te facilite el trabajo, amasa de manera tradicional hasta que la masa sea espesa y homogénea.
Cuando la tengas lista, haz una bola, envuélvela en papel film y déjala reposar 20 minutos en el frigorífico.
Prepara el relleno. El dulce de leche o la cajeta cuando se calienta a altas temperaturas se hace mucho más líquida y tiende a salirse. Yo le añado un par de cucharas de maizena con agua y azúcar para hacer más denso el relleno. La mezcla de la maicena ha de estar espesa antes de mezclarla con el dulce de leche.
Extiende y corta unos círculos del tamaño deseado.
Pon una cuchara de relleno en medio y dóblalas. Lo puedes hacer manualmente con un tenedor o con uno de esos moldes para empanadillas. De todos modos, es recomendable que les hagas un «dobladillo» para evitar que se salga el relleno. Colócalas sobre un papel de hornear en una bandeja y vuelve a meterlas al frigorífico para que la cajeta o dulce de leche de solidifique un poquito más.
Precalienta el horno y hornea a 175º hasta que veas que se pongan doraditas. Cuando las termines, déjalas que se enfríen, bañalas en azúcar glass y disfruta ¡no podrás comerte sólo una!.
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Mmmm, qué pinta! me veo incapaz de hacerla, soy un poco torpe en la cocina, a ver si engaño a alguien ; )…tiene que estar delicioso.
Rebeca, todo es empezar…